En el post anterior os contábamos que la idea de denominar al documental “La tercera piel” tiene origen en la teoría de Las 5 pieles de Hundertwasser. El arquitecto y artista plantea que todas las personas estamos constituidas por estas cinco pieles. La primera de ellas es nuestra propia piel, la epidermis.
El concepto principal que asociamos a la piel es “La Memoria”, hicimos referencia a las características biológicas de la piel y las que desarrolla Hundertwasser, sobre todo, relacionamos la piel a la memoria ya que “La piel siente, recuerda y cuenta” y la vinculamos a nuestro pasado, a nuestra trayectoria, a la experiencia, y a lo que somos como entidad.
Gracias a la memoria entendemos el presente y nos proyectamos hacia el futuro, respetando lo que somos.
Somos una entidad que busca “generar cambios duraderos, inclusivos y sostenibles” desarrollando proyectos y servicios para personas en situación de vulnerabilidad, y esa misma dinámica de cambio se manifiesta ahora y nos atraviesa de arriba abajo. Porque estamos en pleno proceso de renovación, por fuera y por dentro.
El cambio es constante, como dice Peter Senge, y en este nuevo proyecto de EDE Fundazioa, lo materializamos a través de la completa renovación del edificio, evolucionando hasta convertirlo en un ecosistema de proyectos sociales. Nos mudamos para volver también renovadas, trabajando para el nuevo proyecto Plaza. Y la “casa” se muda de piel para recibir, cobijar y atender más confortablemente y ajustada a las necesidades de cada colectivo que habitará y transitará el espacio. Manteniendo la memoria y reconociéndose en esa primera piel.
Ahora toca mudar, mudar de piel, cambiar. Sin perder de vista nuestra trayectoria, los valores y la Misión de EDE Fundazioa, ahora embebidos por la estrategia de impacto que nos guiará los próximos 10 años.
Estos ingredientes nos servirán para “lo nuevo”, cambiamos, mudamos de piel…, pero nos llevamos lo importante para el futuro.
¡Estamos listas para el cambio!